jueves, 28 de agosto de 2014

Realismo y Positivismo

El Realismo es un movimiento literario y pictórico que surgió a mediados del siglo XIX, marcando una ruptura con el Romanticismo.
El término "réalisme" comenzó a usarse a partir de la exposición de cuadros de Gustave Courbet, en 1850 en París. Courbet es considerado el padre de dicho movimiento que se caracteriza por la representación exacta de la realidad.
Pocos años después, el realismo se manifestó en el campo literario: en 1856 apareció la revista Réalisme, y el año siguiente se editó un volumen de ensayos de Champfleury titulado Le Réalisme, así como Madame Bovary, de Gustave Flaubert, consideraba la obra más emblemática de este movimiento.
En España son los escritores de la Generación de 1868 quienes aplican las doctrinas del Realismo a la literatura, principalmente al género novelístico: José María de Pereda, Benito Pérez Galdós, Juan Valera, Emilia Pardo Bazán, Leopoldo Alas "Clarín", Armando Palacio Valdés, entre otros.


Además de la marcada influencia de Honoré de Balzac y Émile Zola en las obras de la Generación de 68, los escritores españoles realistas también incorporaron las técnicas narrativas ya practicadas por los costumbristas quienes habían imitado el estilo descriptivo de Cervantes y el género picaresco. A principios de esta corriente, los realistas se centraban en el cultivo de la novela de tesis, género que tiene como fin defender determinadas posturas ideológicas, pero a partir de 1880 los escritores gravitaron más hacia una estética derivada del Naturalismo francés de Zola.
Verosimilitud. Es importante que los personajes, el argumento y el lenguaje sean creíbles, como un espejo de la realidad. Los realistas hacen hincapié en la mimesis, la imitación de la vida que el escritor logra a través de la observación minuciosa de la sociedad, la gente, su habla y sus costumbres.
Descripción detallada. No se deja nada a la imaginación. Los escritores describen las fisonomías de los personajes, sus personalidades, su debilidades, sus fortalezas, su vestidura, sus viviendas, su lenguaje, sus almas, etc.

El positivismo es una corriente o escuela filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación de las teorías a través del método científico. El positivismo se deriva de la epistemología que surge en Francia a inicios del siglo XIX de la mano del pensador francés Saint-Simonprimero, de Auguste Comte segundo, y del británico John Stuart Mill y se extiende y desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad de dicho siglo. Según esta escuela, todas las actividades filosóficas y científicas deben efectuarse únicamente en el marco del análisis de los hechos reales verificados por la experiencia.
Esta epistemología surge como manera de legitimar el estudio científico naturalista del ser humano, tanto individual como colectivamente. Según distintas versiones, la necesidad de estudiar científicamente al ser humano nace debido a la experiencia sin parangón que fue la Revolución francesa, que obligó por primera vez a ver a la sociedad y al individuo como objetos de estudio científico.
A diferencia del idealismo, en el positivismo se reivindica el prima­do de la ciencia: sólo conocemos aquello que nos permite conocer las ciencias, y el único método de conocimiento es el propio de las ciencias naturales.
En el positivismo no sólo se da la afirmación de la unidad del método científico y de la primacía de dicho método como instrumento cognoscitivo, sino que se exalta la ciencia en cuanto único medio en condi­ciones de solucionar en el transcurso del tiempo todos los problemas hu­manos y sociales que hasta entonces habían atormentado a la humanidad.

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